Ahora puedes leer la revista de las señoras más inquietas del siglo XX en Medellín

Te recomendamos Letras y encajes, una revista de orientación femenina —¿feminista?— que circuló en Medellín durante la primera mitad del siglo XX, y que ahora puedes consultar en el repositorio digital de la Piloto y otras colecciones. Vamos por partes.
La revista apareció en Medellín en 1926 por iniciativa de las señoras Teresa Santamaría de González, Alicia María de Echavarría, Sofía Ospina de Navarro y Ángela Villa, mujeres educadas de las clases alta y media de la ciudad. Fueron ellas quienes crearon una publicación impresa pensada para la educación de la mujer en términos intelectuales y prácticos: desde despertar interés por la literatura hasta consejos y reglas para el éxito de la vida matrimonial. Hoy puede no sonar a vanguardia, pero en su momento un órgano ideado, producido y escrito mayormente por mujeres fue adelantado.
Sin embargo, todo hay que decirlo, y Letras y encajes nunca fue una publicación revolucionaria sino, más bien, hija de su tiempo. Asuntos como la moral, la higiene, la urbanidad y el civismo, que eran valores perseguidos por la sociedad de Medellín de entonces, fueron estimulados en la revista.

Pero no todo era tan ortodoxo, también se publicaban textos sobre historia, biografías, arte, economía, culinaria, moda, etiqueta, belleza, religión, relatos de viaje, noticias de la farándula internacional y de la aristocracia europea. Además, se cubrían eventos sociales de la ciudad como reinados de belleza, matrimonios, nacimientos, obras de caridad, y desde sus páginas se enviaban mensajes de felicitaciones, saludos, pésames, deseos de buena salud y buen viaje. La revista también usaba el relativamente novedoso recurso de la fotografía.
Para investigadores de la publicidad y la industria antioqueña, pero también de la historia del grabado y en general de las artes gráficas, es importante saber que Letras y encajes era una revista que circulaba gracias a la buena pauta. De ese modo se convirtió en vitrina para anuncios de la Compañía Nacional de Chocolates, Repostería Astor, Fabricato, Coltejer, Indulana, la textilera Pepalfa, chocolate Diana, telas Coltejer, cigarrillos Pielroja, etcétera.
Por lo regular el contenido de la revista era redactado por mujeres de Medellín, con algunas invitadas ocasionales de otras ciudades. Varios textos aparecen firmados por Gabriela Mistral, pero no hay certeza de si se trató de colaboraciones directas o de transcripciones que las mismas redactoras de Letras y encajes hacían de artículos de Mistral en otros medios. Para entonces los derechos de autor no eran un tema y esa era una práctica habitual en revistas de todas partes. También eran usuales las traducciones del inglés y el francés. Algunos hombres fueron colaboradores para la revista como Germán Arciniegas, Tomás Carrasquilla y Porfirio Barba Jacob. Adicionalmente, se invitaba a mujeres del común para que mandaran artículos y alguna vez se organizó un concurso de cuento corto femenino.

Letras y Encajes circuló de manera mensual entre 1926 y 1959. Se publicaron en total 394 números, que se convirtieron en un referente cultural para los antioqueños.
Letras y encajes en la colección BPP
La Biblioteca Pública Piloto cuenta con 70 números disponibles para consulta interna en la Sala Antioquia. La mayoría de los ejemplares presentan problemas de deterioro como acidificación del papel, machas, roturas, hojas y cubiertas sueltas. Por esta razón se eligió como prioridad para digitalización completa y está disponible para consulta gratuita y libre desde el catálogo bibliográfico. De momento, te recomendamos los siguientes números:
Más ejemplares de esta publicación seriada pueden encontrarse en las siguientes bibliotecas: biblioteca de la Universidad de Antioquia, biblioteca de la Universidad EAFIT, biblioteca Universidad Nacional de Colombia, Biblioteca Luis Ángel Arango y Biblioteca Nacional de Colombia.
Recomendamos además el texto «Las mujeres detrás de Letras y encajes», del investigador William Cruz.

La digitalización del pasado
Desde 2021 Cosmoteca La Piloto adelanta un proceso de análisis y digitalización de fotografías, periódicos, revistas y audios que hasta entonces únicamente podían consultarse de manera presencial. Esto, aunque efectivo para los servicios bibliotecológicos tradicionales, a la luz de nuestro proyecto de biblioteca digital significaba restricciones en el acceso a la información: habitantes por fuera del Área Metropolitana del Valle de Aburrá tendrían pocas o ninguna posibilidad de consultar materiales valiosos en términos de historia y memoria.
Adicionalmente, la consulta física suele ser un enemigo de la conservación —huellas, rasgaduras involuntarias, cambios de temperatura que estresan al papel, errores en la manipulación durante cada préstamo— y por eso estábamos obligados a restringir el acceso a ciertas fuentes, lo cual nos desanimaba a nosotros tanto o más que a los usuarios. Nada más triste que un libro o un documento que jamás sale de la estantería.
Así surgió el plan de análisis y digitalización Cosmoteca. La idea es facilitar la consulta y al mismo tiempo proteger la fuente primaria. El proceso empezó el año anterior y poco a poco nuestras colecciones patrimoniales quedan disponibles para búsqueda libre y gratuita, tanto en el repositorio digital como en el catálogo bibliográfico en línea.
La cifra total de materiales que estarán disponibles en 2023 se acerca a 70.000. A la fecha esta cifra es menor, pero no deja de ser generosa. Nuestra labor es guiarlos por ese anchísimo flujo de información y presentarles los fondos, colecciones o series que consideramos puedan ser más relevantes para las conversaciones que como sociedad tenemos hoy.