Tratar de reducir la poesía a una etiqueta o a un estilo no solo es imposible sino aburrido. Cada poeta tiene una voz y cada lector tendrá una experiencia de lectura distinta dependiendo de sus búsquedas, motivaciones y estados de ánimo. 

En Cosmoteca Lapiloto armamos una colección digital de poesía que abarca múltiples voces, temas, geografías y experiencias personales y culturales: desde obras clásicas como Hojas de hierba de Walt Whitman y Elegías de Duino de Rainer Maria Rilke hasta la exploración de la identidad y la historia en libros como ¡NEGRAS SOMOS! Antología de 21 mujeres poetas afrocolombianas de la región Pacífica.

Poetas de todos los tiempos y todos los tonos. Hombres y mujeres, nacionales y extranjeros, clásicos y contemporáneos que revelan paisajes íntimos con la luminosidad del poema. En los más de ochenta títulos de esta colección el lector encontrará una experiencia que traspasa la pantalla y alcanza la vida misma. Versos para coleccionar como piedritas de camino, sin afán y con cuidado.

Algunas joyas de la colección:
 

¿Tienes niños y niñas cerca y quieres acercarlos a la poesía con un tono humorístico y lúdico? Las canciones, los trabalenguas y los juegos de palabra de Luis Pescetti son una buena opción. Para la muestra, este fragmento de su poema “Te mando”: Te mando un gran abrazo/ dos estornudos cuatro toses/ seis palmadas en la espalda/ un piano volador, cinco bostezos/ ¿Anotaste?/ Si no, no importa/ Te lo repito.

Si lo que buscas es aclarar las inquietudes del corazón te recomendamos dos voces inmensas y universales: Rainer Maria Rilke y Emily Dickinson. Del primero, poeta y novelista austríaco, te regalamos este verso de su “Soneto XXII”: Todo lo que apremia/ pronto habrá pasado;/ pues solo es capaz de consagrarnos/ lo que permanece. De la poeta estadounidense de los jardines y los herbarios, una muestra sobre la belleza que es naturaleza expuesta y el rigor que hay en la contemplación: La esperanza es esa cosa con plumas que se posa en el alma y canta sin parar. 

También encontrarás rugidos contemporáneos como el del ensayista vietnamita-americano Ocean Vuong, uno de esos poetas que es capaz de hablar del horror, la ternura, la sexualidad y el café matutino en el mismo poema. Esto dice en su poema “Detonación”:  

Hay suficiente luz para ahogarse
pero nunca la necesaria para entrar en los huesos.

Para esos días en los que asoma la angustia o la tristeza, te recomendamos a la feroz poeta argentina Alejandra Pizarnik. “Escribir con mi cuerpo el cuerpo del poema”, decía Pizarnik; ella, que lo sentía todo. “El despertar” es uno de sus poemas más conocidos: Es el desastre/ Es la hora del vacío no vacío/ Es el instante de poner cerrojo a los labios/ oír a los condenados gritar/ contemplar a cada uno de mis nombres/ ahorcados en la nada.

Y si de voces únicas hablamos te presentamos al poeta serbioestadounidense Charles Simic, un autor que juega con el enigma y la extrañeza. En “Nada”, uno de sus poemas más conocidos, declara: Quiero verle cara a cara/ Y luego intentaré desatar un infierno/ No, no tengo nada preparado/ Voy a confiar por entero en la inspiración/ Además en mis ancestros que/ Justo ahora comienzan a reír a carcajadas.

Para los gustos más experimentales tenemos la poesía de Anne Carson y sus preguntas permanentes sobre la existencia de Dios, la naturaleza de hombres y mujeres y la mortalidad: Soy una gota de oro, diría que soy materia fundida que regresé del corazón de la tierra para contarte cosas interiores.

Por supuesto, alguien tiene que hablar del amor o del desamor o de la obsesión por amar y pocos como Jaime Sabines son capaces de pintar escenas tan cotidianas y sensibles como esta de su poema “No es que me muera de amor”: Morimos en mi cuarto en que estoy solo,/ en mi cama en que faltas,/ en la calle donde mi brazo va vacío,/ en el cine y los parques, los tranvías,/ los lugares donde mi hombro/ acostumbra tu cabeza/ y mi mano tu mano y todo yo te sé como yo mismo.

Por último, entre todas las voces colombianas de la colección, te recomendamos dos: la de María Mercedes Carranza, que aborda en sus poemas temas como el amor, el erotismo, la muerte pero también el activismo cultural (Es inútil llevar prisa y adivinar/ porque no hay tiempo para ver/ o demorarse la vida entera/ en conocer tu rostro en el espejo) y la de Darío Jaramillo, con sus gatos y sus amores imposibles (Yo no voy nunca solo al fondo de mí mismo,/ me acompañan mis amores imposibles/ -los amores posibles no me amarían/ si conocieran el fondo de mí mismo-/ allá voy con mis amores imposibles,/ con ellos exorcizo los demonios que habitan/ el fondo de mí mismo).
 

¡La poesía es patrimonio en la Biblioteca Pública Piloto!

¿Sabías que la Torre de la Memoria de La Piloto alberga cientos de archivos personales de poetas locales como Manuel Mejía Vallejo, Jaime Jaramillo Escobar, Ciro Mendía, Óscar Hernández, Darío Jaramillo Agudelo, Jota Mario Arbeláez, Gonzalo Arango, Eduardo Escobar, entre otros?

Durante décadas la Biblioteca Pública Piloto ha sido una de las casas de la poesía no solo en Medellín sino en toda Latinoamérica. Parada obligada del Festival Internacional de Poesía, sede de talleres literarios tan importantes como el del poeta Jaime Jaramillo Escobar, con más de seis mil libros de poesía en las estanterías del segundo piso, en la BPP varias generaciones de poetas han encontrado un empujón y una vitrina para sus primeras publicaciones.

En la Torre de la Memoria puedes acercarte a los manuscritos de algunas obras de muchos de estos poetas y a sus correspondencias y fotografías más personales. También puedes explorar algunos archivos sonoros y fílmicos de eventos de poesía que tuvieron lugar en la biblioteca y en la ciudad, así como conocer la memoria de importantes movimientos literarios como el Nadaísmo.  

Puedes consultar en línea algunos de estos archivos patrimoniales en la página de la BPP: https://www.bibliotecapiloto.gov.co/  

Si quieres visitar la Sala Antioquia puedes agendar tu visita en este correo electrónico: sala.antioquia@bpp.gov.co. También puedes comunicarte con la BPP al número: (604) 460 05 90. Ext. 306.