Nació en Medellín, donde vive: es decir, donde escribe, enseña, investiga, ama, explora bares y fisgonea por las ventanas de su apartamento. Es comunicadora social y periodista, y magíster en Escritura de Guiones y Escrituras Creativas. Ha vivido en La Habana y Barcelona, y viajado por otros lugares que también fueron materia prima de su primer libro de cuentos: Vine a buscar el desierto, una colección ganadora del Premio Libro de Cuento Inédito de la Alcaldía de Medellín 2018, y que con su lenguaje limpio y directo cosecha lectores de varias generaciones.

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Cita Isabel Botero (1976)

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Vivió entre su pueblo natal, Santo Domingo, y Medellín. Se unió a la tertulia del Café Literario, y allí, además de leer a los grandes autores de la literatura occidental, escribió cuentos que lo llevaron a ser reconocido como una pluma ágil y original en el contexto del costumbrismo colombiano. En sus obras abundan los personajes entrañables y de sabiduría popular, como la amorosa Frutos o el desvalido Dimitas Arias, así como las escenas de sello familiar y cotidiano que pueblan sus relatos. Fue sastre, secretario de un juez, trabajador en una mina de su familia y empleado de obras públicas.

Cita Tomás Carrasquilla (1858-1940)

Tomás Carrasquilla

(1858-1940)

Es probablemente el cineasta que mejor ha retratado las sombras de Medellín. Con películas como Rodrigo D, No Futuro, La vendedora de rosas, Sumas y restas o La mujer del animal ha puesto un espejo doloroso y revelador ante algunos de sus problemas más agudos. Su faceta de escritor, sin embargo, no es tan conocida. En 1978 ganó el Concurso Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus, por ejemplo. Y su libro El campo al fin de cuentas no es tan verde reúne crónicas cotidianas de tono emotivo, que permiten descubrir al poeta tras el lente. En El pelaíto que no duró nada —que inicialmente pretendía ser la base para una nueva película— recoge el testimonio descarnado y coloquial del hermano de uno de los actores de Rodrigo D que no lograron sobrevivir a la trampa de la violencia barrial.

Cita Víctor Gaviria (1955)

Víctor Gaviria

1955

Heredó la vena literaria de sus dos abuelos: el escritor y político Lucrecio Vélez (mejor conocido como Gaspar Chaverra) y el presidente y periodista Carlos E. Restrepo. Se interesó por la música, la literatura infantil y la situación de la mujer en la sociedad. A los 25 años editó su primera crónica en El Colombiano, y desde entonces nunca dejó de escribir y publicar. Su novela Terrateniente narra con detalle y dominio una de las aventuras más célebres de los antioqueños: la pasión por “abrir fincas” en nuevos rumbos. De su vocación por los niños se destaca su Guía de literatura infantil (1983). En sus novelas y cuentos de temas más amplios se evidencia una posición crítica con respecto a los valores vigentes de la sociedad y la familia tradicional.

Cita Rocío Vélez de Piedrahita (1926-2019)

Rocío Vélez de Piedrahita

(1926-2019)

Es una poeta que escribe novelas, y viceversa: “Yo aspiro siempre a la poesía, pero no como lo malinterpreta la gente que se imagina un texto alambicado, sino una fuerza de comunicación simbólica”, ha dicho. Nació y vivió de niña en Amalfi, Antioquia; y luego en Bogotá, donde estudió Filosofía y Letras y se inició en la escritura, que abarca poesía, narrativa y dramaturgia. Allí están presentes su experiencia de vida y su mirada como mujer de clase media en un país de profundos conflictos. Su libro Lo que no tiene nombre logra relatar la tragedia de la muerte de su hijo con una voz reposada y cálida, que ha sido consuelo y luz para miles de lectores. Entre otros, ha recibido el Premio Nacional de Poesía Colcultura en 1994, la Casa de América en 2011 y el Premio de Poesía José Lezama Lima en 2014.

Cita Piedad Bonnett (1951)

Piedad Bonnett

1951

Su voz de narradora emerge con calidez y contundencia junto a la de sus personajes: “gente pequeña”, hombres y mujeres del campo colombiano, trabajadores, madres de familia y víctimas del conflicto armado, a quienes también ha acompañado en su propia escritura. Patricia Nieto nació en Sonsón, hija de maestros de escuela. De ellos heredó la pasión que la destaca como profesora de Periodismo en la Universidad de Antioquia. Ha obtenido el Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí y el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, entre otros galardones. Sus crónicas y reportajes han sido publicados en revistas y periódicos de Colombia y América Latina. En la actualidad dirige la Editorial Universidad de Antioquia y el proyecto de memoria histórica del conflicto armado colombiano, Hacemos Memoria.

Cita Patricia Nieto (1968)

Patricia Nieto

1968

Feminista, filósofa, docente y escritora. Fundadora junto a otras mujeres de la revista Brujas: Las Mujeres Escriben, escribió la novela Mientras el cielo esté vacío que el Fondo Editorial Universidad EAFIT publicó de forma póstuma en 2020. Marta Cecilia Vélez Saldarriaga era doctora en Psicoanálisis. En su obra académica interpreta las dimensiones de lo psíquico desde las mitologías; y en su novela, abarca hechos del conflicto armado colombiano en la mirada de las mujeres. Autora también de los libros Los hijos de la Gran Diosa (1999), Las vírgenes energúmenas (2004) y El errar del padre (2007).

Cita Marta Cecilia Vélez Saldarriaga (1954-2019)

Marta Cecilia Vélez Saldarriaga

(1954-2019)

La de María Cristina Restrepo es una voz culta y afincada en su tierra. Apasionada por la historia de Colombia, ha construido a través de personajes de su familia una relación con la vida cotidiana y la política en épocas de grandes pasiones y personajes épicos. En De una vez y para siempre, por ejemplo, reconstruye la historia de su bisabuela en medio de la guerra civil de 1876. Otros de sus libros se ambientan a principios del siglo XX o en medio de la convulsa década de 1980. Además de escritora, ha sido profesora y traductora. Fue directora de la Biblioteca y Centro Cultural de la Universidad EAFIT. Hoy disfruta la palabra y la naturaleza desde su casa en Rionegro, en el oriente de Antioquia.

Cita María Cristina Restrepo (1949)

María Cristina Restrepo

(1949)

De pluma aguda, humor mordaz y con ideas de vanguardia, las columnas y relatos breves del llamado “príncipe de los cronistas colombianos” dan cuenta de la transformación —un poco ridícula ante sus ojos— de ciudades como Medellín y Bogotá, el alboroto del desarrollo industrial y los embelecos tecnológicos de los años veinte. Quiso ser maestro de escuela, como su abuelo materno y su papá, pero fue expulsado a los diecisiete años de la Escuela Normal de Medellín por oponerse a reglas que para él coartaban la libertad individual. Se formó entonces como periodista en el periódico El Espectador, donde brilló con luz propia durante los cortos pero intensos días en que el país tuvo el gusto de leerlo. Murió a los 26 años.

Cita Luis Tejada Cano (1898-1924)

Luis Tejada Cano

1898-1924

Sus historias son un péndulo entre la risa y el desasosiego. Sus personajes son gente con ganas de comerse el mundo, darle la espalda de plano o bebérselo en maratones de conversación y carcajada. Aunque nació en Cartago, en el norte del Valle del Cauca, creció en Envigado, Antioquia, de donde brotaron sus libros y afirmaciones como Los amigos míos se viven muriendo, Era más grande el muerto o Nos vamos a ir como estamos pasando de bueno. Escritor, guionista y realizador audiovisual, en 2011 fue incluido por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara entre Los 25 secretos mejor guardados de América Latina.

Cita Luis Miguel Rivas (1969)

Luis Miguel Rivas

(1969)

Con un pie en la academia y otro en el oficio de escribir, su literatura es como una cámara fotográfica de las emociones humanas: en sus cuentos los personajes parecen darse cuenta de su propia historia y querer enfrentarse con ella a sus demonios. La autora de Malas posturas es escritora de oficio consumado, editora (de Atarraya) y docente. Es máster en Estudios Literarios Latinoamericanos. Es autora también de Llorar sobre la leche derramada y de cuentos incluidos en diversas antologías literarias.

Cita Lina Parra (1986)

Lina Parra

(1986)

Considerado el gran poeta del movimiento nadaísta, en sus versos no es fácil aburrirse o pasar sin despeinarse con ventarrones de sabiduría profunda. Nacido en Pueblorrico, Antioquia, en su obra vibran ecos paganos y ríos agitados, diosas naturales del Pacífico, culebreros de montaña que hacen brotar palabras de sus cestas, y una tradición de grandes “decidores” de la que supo hacer honor. Con su primer libro, Los poemas de la ofensa, ganó en 1967 el Premio de Poesía Cassius Clay, organizado por los nadaístas. Y desde entonces no paró de sorprender, por escrito y en voz alta, algo que cultivó como un arte en sí mismo, fuera de todo cliché. Fue también publicista y editor. Y desde 1985 y hasta el día de su muerte dirigió el taller de poesía de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín.

Cita Jaime Jaramillo Escobar (1932-2021)

Jaime Jaramillo Escobar

1932-2021

Isabel Botero

(1976)

Fundador del movimiento nadaísta, que escandalizó a la sociedad conservadora colombiana desde los años cincuenta y reunió a algunos de los poetas y creadores más interesantes de su generación. Adelantado al espíritu de los años sesenta, El Profeta —como lo llamaron muchos— dejó una obra reflexiva, inspiradora, rebelde, combativa y mística, que sigue alimentando la sensibilidad de jóvenes de espíritu. Publicó el primer Manifiesto nadaísta en 1954, y murió en 1976, cuando “un camión de repollos le rozó la frente, que llevaba asomada por la ventanilla de un taxi rumbo a Villa de Leyva”, como lo narró Jotamario Arbeláez.

Cita Gonzalo Arango (1931-1976)

Gonzalo Arango

(1931-1976)

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Pontificia Bolivariana y, además de escribir, se dedica a la docencia universitaria. Su estilo es ágil y vívido, por lo que sus personajes y las historias que les suceden se sienten tan cercanos que establecen un puente de identidad con los lectores. Su primera novela, La cuadra, ganó el Premio Cámara de Comercio de Medellín en 2016.

Cita Gilmer Mesa (1978)

Gilmer Mesa

1978

Animal literario, iconoclasta, derribador de mitos y denunciador de hipocresías. Profundo conocedor del lenguaje y la gramática, optó por la primera persona como trinchera: “No ando metiéndome en las camas y en las conciencias ajenas para contarlo de chismoso en un libro”. Nació en Medellín en los años cuarenta, y ha vivido en Italia, donde estudió cine, y en México, donde hizo sus películas y escribió la mayor parte de su obra. Su saga autobiográfica El río del tiempo consta de seis volúmenes, que se inician con una de sus obras más luminosas: Los días azules. Con La virgen de los sicarios volvió al cine, como autor y personaje.

Cita Fernando Vallejo (1942)

Fernando Vallejo

(1942)

Filósofo de lo grande y lo pequeño, a Fernando González se le ha llamado también el Brujo de Otraparte, el nombre de su casona en Envigado. Con un tono entre profundo y coloquial, irreverente y sentencioso, no solo hizo literatura sino también teología, sociología, historia, ética, economía y derecho, entre mil otros temas. Fue testigo y faro intelectual de la vida social colombiana en la primera mitad del siglo XX y mentor espiritual para buena parte del movimiento nadaísta. Su prolífica obra es leída por jóvenes de todas las generaciones, y su Viaje a pie, peregrinaje obligado para caminantes y pensadores.

Cita Fernando González (1895-1964)

Fernando González&nbsp;

(1895-1964)

Mujer de palabras y de historias. Su narración es suave, apacible, atenta a los detalles que hacen de la vida cotidiana algo extraordinario. Las hojas de los árboles, las preguntas de los pájaros o la intromisión de los murciélagos se saben convertir en personajes en su prosa, depurada y poética. Los laberintos del amor y del exilio también integran su paisaje literario. Escribe desde 1979, con la misma vocación y cuidado que acompaña vidas a través del psicoanálisis y el nacimiento de libros como editora. “Antioqueña”, con certificado de nacimiento de Palmira, Valle, de donde emigró a los seis años.

Cita Esther Fleisacher (1959)

Esther Fleisacher&nbsp;

(1959)

Aunque nació en Santa Rosa de Cabal, su obra literaria está enraizada en los barrios orientales de Medellín, como Aranjuez y Campo Valdés. Su amor por el cine ha influido buena parte de su literatura, que tiene aires de nostalgia y emociones juveniles. Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia, donde es docente de Periodismo y estudiante del doctorado en Literatura. Su novela La ciudad de todos los adioses (2001), reeditada en 2021 por la Editorial Universidad de Antioquia, ganó el Premio Cámara de Comercio de Medellín. Ha publicado novelas, volúmenes de cuentos, crónica periodística y crítica cinematográfica.

Cita César Alzate Vargas (1967)

César Alzate Vargas

(1967)

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Sus libros en la biblioteca

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Capítulo sobre Isabel Botero en la serie web Los oficios del arte de Comfama.