Con un pie en la academia y otro en el oficio de escribir, su literatura es como una cámara fotográfica de las emociones humanas: en sus cuentos los personajes parecen darse cuenta de su propia historia y querer enfrentarse con ella a sus demonios. La autora de Malas posturas es escritora de oficio consumado, editora (de Atarraya) y docente. Es máster en Estudios Literarios Latinoamericanos. Es autora también de Llorar sobre la leche derramada y de cuentos incluidos en diversas antologías literarias.